Mi práctica artística ha ido tomando la forma de una membrana, un tejido flexible que en movimiento constante, se contrae y se expande hacia distintas direcciones, una interfaz sensible formada de materia viva.

Hacia adentro, se inicia en lo personal, en acciones cercanas a una artesanía sencilla, elaborada con formas y materiales comunes como una gelatina, una cuerda, un relato oral o mi propio cuerpo. Movimiento que utiliza herramientas como el dibujo, el recorte, el grabado o las microhistorias.

Hacia afuera, con acciones dirigidas a conocer y activar la relación del arte y la memoria, a generar amarres/encuentros con formas de activismo artístico, donde el feminismo, la ecodependencia y la autogestión han ido tomando mayor protagonismo. Movimiento que utiliza herramientas como la gráfica expandida, el arte de participación, intervenciones en el espacio público y la formación de colectivos de autogestión.
Mark